La biomasa se enfrenta a enemigos REALMENTE peligrosos, como el calentamiento global, los residuos industriales o el declive de la agricultura… Sí. Todo eso. Y aún más. ¿Y cuáles son sus superpoderes? Allá vamos: explicamos todo sobre la biomasa.
¿Cómo producir energía con biomasa?
La biomasa es una idea muy sencilla. Su etimología es incluso transparente: se trata de la masa (peso) de todo lo bio (la vida). En resumen: el peso total de las especies vivas en un entorno determinado. Animales, plantas, insectos, musgos… ¿Pero cómo diablos se hace energía con eso? Es sencillo: nos centramos en los residuos y los transformamos. He aquí cómo…
Energía de la biomasa por combustión
La combustión de la biomasa puede producir calor, electricidad o incluso ambas cosas a la vez, señala MLG Electrosolar. En este caso, se utiliza materia vegetal: madera cortada, o residuos de la agricultura o la industria (en definitiva, subproductos que no podrían utilizarse para el consumo humano o animal, por ejemplo). Esta biomasa se incinera después en grandes centrales eléctricas, donde el calor liberado acaba impulsando una turbina, que a su vez genera electricidad.
Cabe señalar que este tipo de combustión también puede realizarse a menor escala, en el hogar, mediante calderas de biomasa o incluso simples estufas de leña.
Energía de la biomasa mediante la metanización
La energía de la biomasa también puede utilizarse para producir gas. Para ello, se acumulan residuos orgánicos en un metanizador, por ejemplo, paja o estiércol. Privadas de oxígeno, las pequeñas bacterias comenzarán a actuar, degradarán la materia orgánica y liberarán gradualmente gas, principalmente metano. Este metano es químicamente idéntico al que sale de su cocina de gas; sólo que, como se obtiene a través del reciclaje de residuos, se llama biogás, mientras que el gas ordinario se extrae generalmente del suelo (entonces se llama «gas natural»). El biogás puede inyectarse en la red de «gas ciudad» de forma muy sencilla y sin que nadie lo note.
La gran ventaja del biogás es que procede de fuentes renovables y que su producción no es contaminante. Además, la producción de biogás es una solución para recuperar los residuos; los de la industria, pero también, a menudo, los de la agricultura, en particular los residuos animales. Como fuente de ingresos adicionales para los agricultores, la metanización agrícola tiene cada vez más éxito.
Producción de combustible
En el mundo de la biomasa también hay que incluir el biodiésel y el bioetanol. El primero se obtiene a partir de aceites vegetales. Este último se elabora a partir del azúcar presente en determinados cultivos, como la remolacha o la caña. Así, en ambos casos, son productos «verdes», derivados de fuentes renovables (y potencialmente locales); en resumen, ¡tienen todas las ventajas de la biomasa!
Por supuesto, con los biocombustibles de primera generación, los cultivos a veces invadían las tierras agrícolas tradicionales. Pero con la segunda generación, ahora sabemos cómo producir biocombustibles con coproductos no comestibles (como la lignina o la celulosa). Las microalgas podrían incluso formar pronto una tercera ola de biocombustibles. Continuará.